“Me voy a romper los guarachitos para caminar por ustedes”, dijo Guaracha Luisa Matus como promesa de campaña, como si con eso, uno como ciudadano, quedara conforme… “Me voy a romper la madre por ustedes”, hubiera quedado mejor como eslogan de campaña.
Romper unos guarachitos de unos pocos pesos a cambio de las “presuntas” acostumbradas transas monumentales (por si no bastan los altos salarios), para poder vestir blusitas de diseñador y bolsas de mano caríiitsimas, no está nada mal.
Y es que si el PRI repite candidatos, no es tan malo, es su bronca. Si hay uno que otro que ha ofrecido resultados buenos o más o menos tolerables, habrá quienes voten por ellos. Pero esos priistas que han vivido toda la vida exclusivamente del Erario, que no saben otra cosa que hacer más que ir colándose y metiéndose en cargos públicos sin que nos pregunten si les aceptamos darles esos cargos, es lo que nos pone hasta la madre de ellos… Ya los quisiéramos ver en una fila de “gente común” con su currículum en la mano, a ver si les dan trabajo y a ver si les pagan los criminales sueldos que reciben por no hacer prácticamente nada.
Los vemos por aquí y por allá. Y no sólo en cargos públicos por dedazo sino andan también de metiches en todo, repartiendo despensas, acudiendo en horas de trabajo en “representación” del gobernador cuando éste no puede acudir a cierto acto público, haciéndole bolita a precandidatos y candidatos, que de padrinos de fiestas de pueblo, graduaciones y cuanta madre… En fin, que andan en todo, menos en su trabajo, atendiendo y resolviendo la cotidianidad de sus obligaciones.
Por otro lado, tener a Robar Acevedo como “delegado del trabajo” cuando no trabaja, no sólo resulta irónico sino un insulto imperdonable. ¿Para qué lo queremos ahí de flojo sentadote en una silla de piel, pagándole un alto salario, si desde que llegó al cargo hasta que renunció, no se generó ni un solo empleo nuevo ni se generaron mejores condiciones para los trabajadores de ningún rincón de la entidad? ¿O usted, estimado lector, que no tenía empleo, ya tiene uno o tiene uno mejor? ¿Verdad que no? ¿Entonces, para qué pagarles a estos guangos? Y repito, irónico: Delegado del trabajo y es un flojote que anda nomás viendo adónde se arrima.
Robar Acevedo recientemente renunció a esa delegación, qué bueno, y ya se fue de perrito faldero de los probables candidatos del PRI, a ver cuál pega. Dice que coordinará por lo menos dos o tres campañas de importantes candidatos. Sin embargo, no lo vimos en la foto oficial de Alejandro Avilés (del equipo que coordinará campañas). Él solito decidió que algo va a coordinar, lo que le den.
De ese tamañito es la forma en que operan estos dizque servidores que no sirven pa’ nada. Me recuerdan a las tortugas cuando se acomodan para desovar, en donde caiga.
Deberían renovarse, por su propio bien. La mezcla de juventud y experiencia podrían generar positivos resultados. Pero ya chole con esos que de plano, ni para atrás ni pa’delante.
Sicarú guyee
BenMorin
Catedrático de la Universalidad de Oaxacalifornia