• CESARON A COMANDANTES Y EL TITULAR DE LA FISCALÍA ASUMIÓ EL MANDO EN LA AGENCIA ESTATAL DE INVESTIGACIÓN.
Por ALFREDO LUIS
SALINA CRUZ, OAX.- La Fiscalía del Estado de Oaxaca, asumió el mando en la Agencia Estatal de Investigaciones luego que detectara que jefes de plazas y comandantes trabajaban en confabulación con integrantes del crimen organizado en varios municipios y regiones de Oaxaca.
De acuerdo con el Imparcial, todo se debió ante la serie de denuncias de extorsiones, de cobros por derecho de piso y otros ilícitos, varios comandantes de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI) fueron relevados de las regiones y plazas en donde habían sido asignados.
Por eso mismo el Fiscal General del Estado, Rubén Vasconcelos, asumió su papel de jefe superior de la AEI. Un caso emblemático de corrupción se estaba dando en el Istmo de Tehuantepec, en donde el comandante regional apodado “El Toto” no sólo cobraba cantidades considerables a las bandas que ordeñan los ductos de Petróleos Mexicanos (PEMEX), llamados huachicoleros, sino asimismo a los traficantes de indocumentados.
En la costa se daba una situación similar. Los mismos elementos que se presume deben cumplir una tarea fundamental en la investigación de ilícitos, coludidos con diversos grupos de sicarios o ladrones. ¿Cómo se explica que los presuntos responsables del robo de vehículos en la entidad, hayan sido vinculados con los propios elementos de la corporación?
Y es que es increíble que el mismo jefe del ejecutivo no haya tomado cartas en el asunto, a sabiendas de que la inseguridad es uno de los capítulos más delicados en su administración. Fueron éstas entre otras algunas de las razones que motivaron a que el titular de la Fiscalía General, tomara el papel de relevar a varios mandos regionales y locales, para darle a la AEI una limpieza general. Este fenómeno no es nada nuevo, desde luego.
Es factor indiscutible de la corrupción que permea en los cuerpos policíacos federales, estatales y locales del país. Y Oaxaca no está al margen. Ya lo hemos dicho en este mismo espacio editorial. Hoy mismo en la entidad se ha dado un crecimiento inédito en el número de homicidios dolosos, sin que las autoridades parezcan reparar en dicho fenómeno. Lo anterior contrasta con el discurso del gobernador Alejandro Murat, en torno a que Oaxaca es una entidad segura, en donde la gobernabilidad está asegurada.
Obviamente no se percibe lo que ocurre en las regiones o ciertos funcionarios del área de seguridad le dan información falsa o torcida. Y uno de los ejes de dicho fantasma está, justamente, en la corrupción que permea en los cuerpos policiales, particularmente en la citada AEI. Hay que aplaudir pues la medida que instrumentó el Fiscal para alinear de manera institucional a la multicitada.