Quintero en su Tinta

• ¿Festejar a Oaxaca? ¿Cuál el o los motivos?
• Ayuntamiento capitalino, fábrica de sueños
• Hernández Fraguas, sumido en divagaciones

Cortesía de El Correo de Oaxaca/Antonio Quintero

La ciudad de Oaxaca de Harp se encuentra en un gran muladar, me atrevería a decir que se encuentra en agonía, una urbe a la que los políticos le han sacado raja a todo lo que da, la han saqueado, y violado en sus secretos más vulnerables, desde los planos más específicos de ella, sus edificios arquitectónicos e históricos, templos, capillas, el conjunto de una ciudad en sí a la que han ido destruyendo con todo el rencor que pueda imaginarse.

De mil y una formas, la destrucción es el llamado de aquellos que por supuesto no quieren a Oaxaca, para aquellos que se sienten ofendidos en su pobreza misma ante la imponente obra de los edificios gallardos, puede ser algún motivo que lleve a los propios estudiantes vándalos, holgazanes, huevones, porros criminales para que en las batallas de manifestaciones, protestas, utilicen herramientas para romper la fastuosa piedra de esas construcciones y les sirva para desechar su ira, su coraje y resentimiento contra obras magnas de historia, y su lerdo de pobreza mental por única y rancia vez les sea aplaudido por colosales bestias destructivas.

Así tenemos el cuadro diario que se ha ido ilustrando contra ataques certeros, criminales de todos esos malditos vándalos que han ido destrozando a la ciudad capital, una de las más bellas de toda la república, pero para los propios oaxacos, yopes, renegados, es una capital, una colonia como cualquier otra.

El primer cuadro agoniza, se encuentra en un cáncer terminal, sólo basta caminar, recorrer sus calles para darse cuenta de que la capital oaxaqueña se está extinguiendo, sus otrora bellas casas, están siendo derrumbadas, demolidas, hasta convertirlas en centros comerciales, estacionamientos públicos, cantinas, centros nocturnos, etc.

Lo que algún día fueron las hermosas fuentes coloniales de agua, que suministraban precisamente de aguas públicas a la ciudad están abandonadas, totalmente destruidas, ahora son huecos colmados de basura, calles empedradas desaparecieron, luminarias antiguas también desaparecieron aunque ya no servían pudieron haber sido cuidadas, pero pudo más la estupidez, desidia, y ceguera de autoridades municipales.

Los jardín es y parques se encuentran de igual forma, a punto de desaparecer (El Correo de Oaxaca ya había anunciado en ediciones anteriores) que el Paseo Juárez El Llano está más que abandonado, se está muriendo, los árboles se están cayendo solos ante la falta de mantenimiento y de un programa que lo reviva, a ello contribuyen los tianguistas que cada viernes lo ocupan en su totalidad, desde la noche del jueves anterior, impidiendo el paso a quienes acuden a ejercitarse o simplemente a descansar en una banca. En este desierto apático lo que menos existe son las voces ecologistas que puedan dar y brindar auxilio, revitalizar los pocos espacios verdes con que cuenta la Verde Antequera.

AYUNTAMIENTOS CIEGOS Y APÁTICOS

Para los políticos, es mejor no distraerse en otorgar bienestar a los ciudadanos, sino todo lo contrario, argumentan la falta de dinero siempre, y proferir ocurrencias de todos ellos, como actualmente sucede con el primer demagogo del ayuntamiento capitalino, José Antonio Hernández Fraguas, ya no hablemos de los que ya salieron pues finalmente nada hicieron al respecto, y el actual ha empezado con grandes desaciertos, tropiezos, y errores que se están sumando cada día más a la molestia y enojo de los capitalinos.

Es tanta la miopía que existe en la autoridad municipal que sus diversos programas para la vialidad, el transporte, y el comercio le han sido devueltos en protestas, acusaciones, y por lo tanto en sospechas de negocios que pretende realizar a costa de los citadinos. Las luminarias, el ejemplo reciente.

Para José Antonio Hernández le es fácil abrir su conferencia de prensa comentando la cifra de los baches que se han ido tapando o reparando, que ganará al mencionar esa cifra, -¿que está atento al ridículo e inexistente bacheo?-, además hacer hincapié de la reparación de los semáforos cuando observamos a diario que esa reparación nunca se ha dado, ¿a quién quiere mentir o engañar?

Posiblemente José Antonio Hernández viaje de manera diaria en su limousine y eso haga que no se dé cuenta de lo que sucede en la capital oaxaqueña, entonces ¿qué hizo desde que ganó la elección?, presumía que estaba realizando foros para que cuando llegara a la presidencia municipal supiera que hacer y cómo enfrentar las diversas situaciones junto a sus nobles funcionarios… ¿Qué paso?

Es simple, y sin ocurrencias, que la ciudad tiene otras serias problemáticas pero que se ignoran olímpicamente desde su escritorio. Su excelso cuerpo de asesores ¿¿¿??? Le han metido ideas de primer mundo, y con ello someter propuestas nulas de credibilidad en su mismo cabildo pero con el claro signo de pesos.

La habilidad palaciega de Hernández Fraguas ha podido ir sorteando sus propios grandes desfiguros, en su carrera sin rumbo, para tratar de salir de sus propios enroques, tal y como sucedió con el bono de desprestigio de los pensionados, 30 millones de pesos que ahora tendrá que saldar de su presupuesto, cercenando el bienestar de todos los habitantes de la capital oaxaqueña, ahora es su capricho, ahora dice que por culpa de no haberse aprobado el recurso para luminarias los ciudadanos ahora tendrán que aceptar lo que quieran, es decir el edil lo sujetará a su interés, como una deuda que irá acomodando para cuestiones en futuro.

EL RETO, ENDEUDAR A LA CAPITAL

Dentro de sus múltiples programas, no hay siquiera un apartado para que la economía se sustente, se fortalezca, por el contrario, desde el inicio ya no se tolera a los automovilistas, policías viales tienen el deber de acumular sanciones, multas, infraccionar, quitar placas, y todo lo que conlleve la vialidad, solo en algunas calles, porque la tarea no es general, sino en un área que le conviene a la autoridad, lo demás no importa.

Los diversos programas, son adornos a la desesperanza, no hay cambio de fondo, sólo disfraz y altos costos en impuestos, el negocio redondo siguen siendo los estacionamientos públicos, cantinas y bares, pues en lo que va de su administración se han incrementado casi un 30 por ciento por apertura.

Los aumentos de pago de predial, también representan un alto costo, comercios establecidos, obras suspendidas, permisos de construcción, también equivalen a una alza desmedida.

OAXACA, DE MANTELES LARGOS ENTRE BASURA Y OLOR A ORINES

El calendario de las fechas conmemorativas se ha hecho presente, el edil capitalino aprovecha la ocasión para enaltecer su ego, en medio de la pobreza citadina, del olor a orines, en medio de la basura, de semáforos descompuestos, sin alumbrado público, calles olvidadas, banquetas rotas, alcantarillas abiertas, tráfico vehicular, sin agua potable, Hernández Fraguas abrió el concierto de sus actividades que tuvo del 24 y hasta el día 29 de marzo de este año, para ello hubo toda una serie de eventos especiales y no especiales.

Se le vio muy risueño pegando calcomanías en medallones de taxis, publicitando el evento, 485 años a rango de ciudad, una ciudad cayéndose, en medio del comercio ambulante, y del desorden, es la vida caótica que ya se respira en Oaxaca. Donde los funcionarios la alimentan diariamente con ocurrencias.

HERNÁNDEZ FRAGUAS Y SU DECADENCIA

El slogan de José Antonio Hernández Fraguas podría resumirse en aquel refrán que dice, farol de la calle oscuridad de su casa, la inteligencia no concuerda con la política, ¿cómo es posible que a una ciudad capital no se le pueda invertir en mejoras?, por segunda vez es presidente municipal y en cuatro meses no hay rumbo en su gobierno, sólo se avizora a funcionarios incompetentes, y altísimos impuestos que tiene que pagar la ciudadanía por vivir en una capital sucia, mal oliente, llena de inseguridad, robos, asaltos, y abandono de todos los servicios públicos, esa es la ciudad que promete Hernández Fraguas a sus habitantes.

Sin embargo, la política populachera del Ayuntamiento capitalino que encabeza Hernández Fraguas, no ha podido despertar de los descalabros que ya le dio su propio cabildo, sus propios concejales no han visto muy bien, los actos viscerales, la política visceral del que hace gala José Antonio en sus deslucidas reuniones de cabildeo.

A Hernández Fraguas todo le sale mal, porque puede más su egocentrismo, su “yoyismo”, y su fórmula mágica para resolver todo, eso es lo que cree él, pero en su equivocada política todo lo echa a perder, se cree indispensable cuando no lo es, dice escuchar a los ciudadanos y precisamente el día de su toma de protesta dijo tajante que su cabildo es plural que habría un respeto a las diferencias y formas de pensar, que su equipo de trabajo estaría comprometido con la transparencia… entre otras cosas.

Cuando la mente se encuentra muy deteriorada, de plano ya no tiene remedio, la demagogia es demagogia suprema, y ya no hay forma de orientarlo, porque al final es un perdonavidas, dueño de todo, de voluntades, y no hay peor ciego que el que no quiere ver… La ciudad de Oaxaca se encuentra en alerta máxima, mientras sus huéspedes, sus autoridades municipales están de plácemes, la fiesta debe continuar, pese a todo, al fin lo que reditúa es la ganancia de las ganancias… La ciudad puede esperar, lo incongruente de la soberbia y pedantería.

INAH, COMPLICIDAD POR OMISIÓN

Mientras tanto, al igual que las autoridades municipales, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), no ha podido frenar, ni detener la ola de destrucción que se viene registrando en toda la capital oaxaqueña, la de sus principales edificios arquitectónicos, y solo contempla la destrucción.

El INAH se ha cruzado de brazos y sólo estira la mano para recibir el recurso financiero de las Ciudades Patrimonio, y de los recursos federales que recibe como dependencia. Ha contemplado la destrucción masiva de grandes edificios históricos, y únicamente resume su trabajo en las escasas denuncias que recibe o que se registran en sus oficinas.

Recursos del INAH, la fundación Harp Helú, Ciudades Patrimonio, fundaciones culturales, organizaciones civiles, así como recursos públicos se han destinado para salvaguardar el recinto de la ciudad capital denominado Patrimonio Cultural de la Humanidad, pero al parecer están más empeñados por quien controla esos dineros, o controlarlos a todas formas, para pellizcar tan sólo algunos milloncitos, como sucede ahora con los aproximadamente 30 millones de pesos que Hernández Fraguas destinará a recomponer luminarias.

Así, la Verde Antequera agoniza, y en medio de sus 482 años de vida, sin lugar a dudas una fiesta triste, en medio de la lujuria citadina y de sus funcionarios corruptos, la pobre ciudad no puede hacer más, ya no puede respirar…

TURISMO, A LA DERIVA

Y del turismo, ¿qué se puede hacer?, si tampoco existen hombres clave, los programas que han inventado en el Ayuntamiento están pegados con saliva, no hay reactivación turística, no hay garantías de competir internacionalmente a pesar de que por inercia Oaxaca se encuentra en un tour permanente de los principales destinos turísticos de todo el mundo, sino estaríamos totalmente perdidos, los estándares de calidad turística se encuentran en los más bajos niveles, no hay capacitación, se ofrecen lugares pero no reúnen condiciones de seguridad, higiene, transporte adecuado, ni hoteles que cumplan con garantía turística, vamos de mal en peor…

El ex diputado local panista y ahora regidor de turismo en el Ayuntamiento de Oaxaca de Juárez, Sergio Bello Guerra, debe de atender ya la problemática que ya enfrenta desde hace por lo menos tres años en que el turismo se ha ido afectando en la entidad a raíz de los diversos conflictos internos de la Sección 22, con bloqueos, manifestaciones, protestas, paros, cierre de vías de comunicación, todo ha sido afectado irremediablemente, y hasta la fecha no hay ningún programa para reactivar el turismo.

Bello Guerra asistió recientemente a un foro internacional sobre turismo, y no conocemos todavía los resultados de esa visita que realizó en España, no sabemos si esa visita fue para capacitarse como funcionario o fue de negocios propios, lo cierto es que debe dar información respecto a esa visita… El turismo se encuentra en severa crisis, aunque oficialmente no lo den a conocer así, este es tan sólo un pequeño reflejo de lo que sucede en una gran capital, que no le han permitido crecer sana y vigorosamente… La ciudad busca simples respuestas: transparencia y voluntad política… ¡Hasta la próxima!

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