• La Fiscalía dice que va a investigar para detener al o los responsables que perpetraron el ataque armado
Por ALFREDO LUIS
Juchitán de Zaragoza, Oax.- Una pareja fue asesinada a plomazos en la Quinta Sección de esta ciudad, lugar hasta donde llegaron peritos en criminalística y el agente del Ministerio Público para iniciar con las averiguaciones.
El doble homicidio ocurrió cuando las víctimas se encontraban en la calle Cristóbal Colón, entre Zaragoza y Roque Robles, en la Quinta Sección, por lo que al lugar se desplazaron elementos policíacos y cuerpos de bomberos para atender la emergencia.
De estos hechos se inició un Legajo de Investigación contra quien o quienes resulten como presuntos responsables del delito de Homicidio, girándose oficio de indagación a elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones para que se aboquen a las pesquisas y pronto esclarecimiento de los hechos.
Las autoridades acordonaron la zona y realizaron el peritaje correspondiente, levantando evidencias y algunos testimonios para anexarlos al Legajo de Investigación, a fin de que surtan los efectos necesarios y de ser posible lograr la identificación de los agresores.
Los primeros informes señalaron que dos sujetos que viajaban a bordo de una motocicleta interceptaron a sus víctimas y tras tenerlo a tiro, dispararon a quemarropa hasta darse cuenta que ambos cayeron agonizantes al suelo, posteriormente se dieron a la fuga.
Testigos señalaron que los paramédicos brindaron los primeros auxilios a ambos, pero el masculino ya no tenía signos vitales, en tanto que la mujer fue trasladada con vida a la sala de urgencias del Hospital de esta ciudad en donde fue atendida, pero posteriormente murió debido a las graves lesiones que presentaba.
Las víctimas ejecutadas con calibre .9 milímetros fueron identificadas con los nombres de Leyver de Jesús Canseco y Rachel Vicente, cuyos cuerpos fueron entregados a sus familiares para darle sepultura de acuerdo a sus creencias religiosas, en tanto que sus familiares cifraron sus esperanzas en las pesquisa de ley de la Agencia Estatal de Investigaciones y del fiscal en turno, quienes esperan que los responsables sean capturados y enviados a prisión.
Es importante mencionar que el pasado 17 de septiembre de 2016, ante la ola de violencia que mantiene en jaque a los habitantes de Juchitán, la víctima Rachel Vicente escribió en su muro de Facebook: “SI ME MATAN EN JUCHITÁN SE LOS COMPARTO A TODOS NOS PUEDE PASAR… Querida familia y amigos: si un día de estos se enteran que una persona, con el rostro idéntico al mío, fue asesinada a plena luz del día en las calles del pueblo, no lo tomen a la ligera. Si ven circular una nota en algún portal de Internet o escuchan al carrito que vende periódicos afirmando que fui ultimado, por favor no digan que “por algo” me pasó. No justifiquen la ineptitud de gente que desde hace décadas ha hecho todo por convertir nuestra ciudad en un infierno.
“Porque la impunidad tiene nombre; porque el hecho de que Juchitán sea una de las ciudades más inseguras del país no es casual. Es consecuencia de una serie de negligencias y actos deliberados para sembrar el miedo y perpetuar el estado de cosas.
“Si me matan en Juchitán, no digan que me lo busqué. Porque quizás sólo estuviera en el lugar y momento equivocados. Piensen que tal vez iba pasando por una calle con fuego cruzado o estaba desayunando en un restaurante donde se encontraba un candidato al más allá. Porque con los culpables también mueren inocentes que no portan radares de buena conducta. ¿O es que cada ciudadano está obligado a saber quién anda en malos pasos? ¿Es que es humanamente posible anticipar la hora y lugar de una balacera o el nombre del próximo ejecutado?
“Soy uno más de los miles de habitantes expuesto a las balas tan solo por vivir en este pueblo. He procurado ser una persona de bien. Por eso, si me matan en Juchitán, no hagan suposiciones absurdas ni, mucho menos, me culpen. Sencillamente, no tengo porque morir.
Desde Juchitán de las balas; Anónimo; COMPARTAN AMIGOS”.
El mensaje que posteó Rachel Vicente parecía que vaticinaba su muerte, pero también es un llamado a las autoridades de los tres niveles de gobierno, pues la muerte galopa en Juchitán y nadie se salva de ello, ni siquiera la gente inocente.
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