• PESE AL OPERATIVO IMPLEMENTADO POR LOS TRES NIVELES DE GOBIERNO, LA VIOLENCIA SIGUE BURLÁNDOSE DE LAS AUTORIDADES.
Por ALFREDO LUIS.
EL ESPINAL, OAX.- La violencia es el común denominador en algunos municipios del Istmo de Tehuantepec y hasta este momento no hay autoridad que frene la impunidad de bandas dedicadas a actividades ilícitas y que se burlan de las acciones de las autoridades de los tres niveles de gobierno.
Las ordenes que diera el gobernador de Oaxaca Alejandro Murat, se fueron al caño, tras el múltiple crimen ocurrido a la familia Terán en el municipio de Juchitán, en donde también mataron a una reportera.
El titular del jefe del ejecutivo estatal pidió aplicar el estado de derecho e implementar acciones para poder frenar la actividad ilícita, sin embargo, pasó lo mismo cuando se implementaron acciones para frenar el hampa en Juchitán, que pese a la presencia de las altas autoridades en ese municipio, grupos criminales asesinaban a diestra y siniestra.
En menos de un mes matan a otra mujer, una joven estudiante de aproximadamente 20 años de edad que fue encontrada al interior de una maleta en avanzado estado de putrefacción. Más tarde trascendió que el cuerpo era de Biiani Rosales Ramírez, originaria del Coyul, perteneciente al municipio de San Pedro Huamelula.
Los restos humanos fueron localizados por unos campesinos entre matorrales de la carretera local al ex Ingenio, a escasos 1 kilómetro de la base de C2 (911), misma que desapareció hace unos tres días en Juchitán y estudiaba en el Tecnológico de Juchitán.
La víctima había sido reportada como desaparecida desde hace varios días y de acuerdo con el peritaje realizado por las autoridades investigadoras, el cuerpo presentaba heridas en el cuello y tórax producidas por arma punzocortante.
En torno a estos hechos, integrantes de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI), tomaron conocimiento de estos hechos, iniciándose al respecto un Legajo de Investigación contra quien o quienes resulten como presuntos responsables.
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